Cuando hace unos días se anunció que The Pink Floyd Exhibition Their Mortal Remains terminaba su andadura por Roma un mes y medio antes de lo previsto, alguna duda circuló por mi mente, aunque hasta que otras páginas afines a la nuestra lo han publicado, no había realizado ningún comentario al respecto.
Después del éxito de la exposición el año pasado en Londres, que según fuentes oficiales recibió sobre 400.000 visitantes, esta exposición se convirtió en itinerante teniendo su primera parada en la ciudad de Roma.
Inaugurada el 19 de enero con su cierre previsto el 1 de julio, incluso contó tres días antes de su inauguración con Roger Waters y Nick Mason en el acto de presentación, pero parece ser que solo en sus primeras semanas contó con mayor influencia, para después solo los fines de semanas, quedando casi desierta durante el transcurso de la semana.
Siempre se ha pensado que el público italiano es de los más entusiastas y admiradores de Pink Floyd, por la trayectoria musical del grupo y por las ocasiones que tanto la banda como sus componentes en solitario han actuado en el país transalpino, solo hay que recordar en las dos últimas giras de David Gilmour su periplo por Italia actuando en diferentes localidades y su total abandono a otros países como España.
Y quizás por la ya legendaria grabación de Pink Floyd Live At Pompeii en 1971 con su siguiente secuela en David Gilmour Live At Pompeii en 2016 todavía había aumentado en más consideración la apariencia de que Italia era un lugar consagrado.
Pero todo pueda que sea más lejano de la realidad, pues no es la primera vez que ocurre algo similar, ya que en 2014 también los italianos anunciaron a bombo y platillo la exposición en Milán del 19 Septiembre 2014 al 18 enero 2015 en la Fabbrica Del Vapore, cancelándola sin ninguna explicación, simplemente con un cartel en la puerta de entrada el lugar del evento explicando que estaba pospuesta por problemas de producción, después de haber vendido entradas online, con el siguiente repercusión a afectados que ya disponían de ellas, incluso de sus pasajes de avión y gastos, como a mi mismo, incluso hasta hace poco tiempo todavía había aficionados que no habían recibido su devolución de la entrada.
Aquello en su momento tuvo su apariencia de un poco de ego y de que Milán no era en absoluto el lugar adecuado para preparar dicha exposición, porque no es una ciudad que pudiera atraer a muchos aficionados, sobre todo del extranjero de tener que desplazarse solamente a contemplar una exposición, como si lo ha sido una capital cultural como Londres, que te ofrece un mayor abanico de posibilidades.
No dudamos que Roma es también una de las principales ciudades culturales del mundo, por ello ahora de octubre hasta marzo del año entrante la exposición se trasladará a Dortmund, por lo que saldremos de dudas de si los italianos han inflado mucho su idolatría o simplemente en la pasada exposición de Londres, fuimos todos los que teníamos que visitarla.
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